Plegaria Indígena
No te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. No duermo ahí.
Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando.
Soy la luz del sol sobre el grano dorado.
Soy la lluvia gentil del otoño esperado.
Cuando despiertas en la tranquila mañana,
Soy la bandada de pájaros que trina.
Soy también las estrellas que titilan,
mientras cae la noche en tu ventana.
Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando
No estoy allí. Yo no morí.
Anónimo
6 chispas crepitando:
MARAVILLOSO...TUS LETRAS SON ESPECIALES,ATRAPAN...
UNA PLEGARIA EN LA QUE SE MUESTRA LA GRANDEZA Y EL PODER DE LA NATURALEZA.
MUY BELLO.
BESOS.
La tumba como gran truco.
Saludos.
precioso,
muy movilizante la letra
besos
Mil gracias por regalarnos tan bellos y profundos versos querida y admirada poetisa, besinos
Sabio y bueno este poema.
Gracias por compartir.
Qué veraz plegaria amiga. Nos traes elementos muy notables y pertinentes. La valoración, el abuso y la muerte.
Un grande abrazo.
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